CARTA DE UN LEÓN A OTRO
Perdón hermano mío si te digo
que ganas de escribirte no he tenido
no sé si es el encierro , no sé si es la comida
o el tiempo que ya llevo en esta vida.
Lo cierto es que el zoológico deprime
y el mal no se redime sin cariño
si no es por esos niños que acercan su alegría
sería más amargo todavía.
A ti te irá mejor, espero
viajando por el mundo entero
aunque ese domador según me cuentas
te obligue a trabajar más de la cuenta.
Tú tienes que entender hermano
que el alma tiene de villano
al no poder mandar a quien quisiera
descarga su poder sobre las fieras.
Muchos humanos son importantes
silla mediante, látigo en mano.
Pero volviendo a mí nada ha cambiado
aquí desde que fuimos separados
hay algo sin embargo que noto entre la gente
parece que mirara diferente
sus ojos han perdido algún destello
como si fueran ellos los cautivos;
yo sé lo que te digo, apuesta lo que quieras
que afuera tienen miles de problemas.
Caímos en la selva, hermano,
y mira en que piadosas manos;
su aire está viciado de humo y muerte
a quien anticipar puede su suerte.
Volver a la naturaleza, sería su mayor riqueza
allí podrán amarse libremente
y no hay ningún zoológico de gente.
Cuídate hermano, yo no sé cuando
pero ese día...viene llegando.
Chico Novarro