28/6/08

Viaje a la utopía

ESCUELA MEDIA Nº 265 YAPEYÚ: VIAJE EN BALSA A LA UTOPÍA


Reunidos los docentes en un aula, la profe de francés, comenta con orgullo la experiencia:
Las cartas que tiene en su mano llegaron desde Francia. Son producto de un intercambio entre alumnos del 1º Polimodal , con chicos franceses. Cuando las cartas llegaron desde el otro lado del océano, los alumnos pudieron comprobar que estaban escritas con algunos errores, y eso los dejó tranquilos, a ellos también les había costado bastante escribirlas en francés…
La profe del Proyecto de Investigación e intervención sociocomunitaria cuenta con qué desenvoltura los alumnos del 3º Polimodal 2007 expusieron sus investigaciones ,dando charlas con material ilustrativo a los chicos de 8º, sobre un tema tan preocupante en nuestra provincia, como son los accidentes y la educación vial…y con cuánto interés y respeto fueron atendidos.
Estamos todos los tripulantes de la balsa, juntando lo valioso entre los restos del naufragio. Porque sí, finalmente naufragamos.¿No era acaso ese nuestro destino?

Como dice la canción LA BALSA, de Los gatos:

Estoy muy solo y triste acá en este mundo abandonado,
tengo una idea: es la de irme al lugar que yo más quiera.
Me falta algo para ir pues caminando yo no puedo,
construiré una balsa y me iré a naufragar.
Tengo que conseguir mucha madera,
tengo que conseguir de donde pueda.
Y cuando mi balsa está lista partiré hacia la locura,
con mi balsa yo me iré a naufragar.


La profesora de geografía nos recuerda a todos cómo fue nuestra partida: cuando decidimos construir la balsa.
Era de noche y la fragata que nos contenía ya no estaba acorde a nuestras pretensiones. La compartíamos con otros tripulantes, no era nuestra embarcación. Además, sólo podíamos usarla de noche .Y ese viaje lento y limitado nos impedía avanzar…

LOS RESTOS DEL NAUFRAGIO

Ahora, en esta situación ,con la ropa hecha jirones, los rostros cansados, los cuerpos exhaustos a causa de los últimos ataques ,el camino recorrido, los virajes repentinos, el viento atacándonos a barlovento y sotavento, contemplamos los restos del naufragio. Eso sí, no naufragamos solos con la caída de la ley federal de educación.
Pero esa mirada que tenemos todos, esa visión a futuro, sumada a los recuerdos de las peripecias y aventuras , son los que nos permiten continuar y proyectarnos al mañana…
La profesora de Formación Ética ,rescata los valores. Ella lleva el tema de conversación a este punto. Aquella solidaridad entre la tripulación de la balsa, sea cual fuere su posición o rol. La integración ,la contención grupal. Las críticas constructivas, la apertura hacia los sentimientos más íntimos. El intercambio humano, la búsqueda de acuerdos entre personas que subieron a la balsa cargados de mochilas , bolsos, equipajes diversos, heterogéneos. De colores y texturas diferentes y conteniendo dentro tantas cosas distintas. Unos traían dudas y preguntas, aquellos, respuestas. Los menos traían desgano y cansancio. Estaba quien traía estructuras rígidas y estereotipadas, muy valiosas a la hora de necesitar firmeza de opiniones. Y también estaban los que con su cuota de creatividad soñaban y trepando a una palmera, se perdían entre las lianas y el follaje…
¡De cuánto carecía nuestra balsa! Ahora que los pedazos se pierden en el océano, y el resto yace quieto sobre la arena, sabemos que para continuar el viaje tenemos que reconstruirla y reconstruirnos nosotros por dentro. Algunos tenemos mucha fe en que esta vez, los dioses contradictorios del Olimpo, no nos serán desfavorables.
Sabemos además que no estamos solos. Y nos disponemos a proseguir, a reconstruir, a armar.

DE CÓMO FUE NUESTRA PARTIDA
Cuando nos introdujimos al océano y zarpamos con nuestra balsa, quien diría, aún no la habíamos terminado de hacer. Todo fue sostenerse fuerte, tirar botellas al mar, invocar a los dioses. Partimos con lo que teníamos :valor humano. Y con destino final: el tesoro que se encuentra al final del arco iris.
La brújula nos señaló el norte. Lo malo fue que nadie nos aseguraba que el tesoro del final del arco iris se encontraba ahí.
Y entonces, nos es que hubiéramos perdido el objetivo. Sólo lo olvidamos por un tiempo en pro de disfrutar el viaje que era ya un hecho. Imbuídos de un intenso espíritu de aventuras nos hicimos a la mar. Y ahí sí que nos subimos y nos dimos cuenta de que éramos muchos, pero de qué manera nos conocíamos todos.

DE LO QUE PUSIMOS DENTRO DE LA BALSA
Resignación. Una balsa no es muy cómoda, pero tiene de techo el cielo. En una balsa no hay todo lo que tiene que contener una embarcación. No hay baños confortables, biblioteca para los libros que llevábamos, camarotes con lo indispensable…Sólo algunos divisorios provisorios, cosas sueltas, y mucha imaginación.
Y pasó un hermoso crucero. No nos pasó por encima porque a tiempo nos corrimos .Fue verlo y ver flamear su extraña bandera .Nosotros no teníamos mástil, pero la bandera estaba dentro de nuestro corazón.
Desde el crucero guiado por el dios de la abundancia, nos decían: esta es vuestra meta. Competencia. Equidad.
Y entonces nos miramos muy adentro, y divisamos ,allá lejos, no sabemos donde, nuestra propia meta, el arco iris.
En un libro que llevábamos ,Galeano nos decía,”¿y para qué sirve la utopía…? la utopía sirve para eso :para caminar.”
Y fue así como decidimos proseguir nuestro camino, con la firme decisión de no sumarnos a la masa obnubilada por la grandeza del crucero, más lejano a nosotros que la propia utopía.

LA VIDA DENTRO DE LA BALSA
No se crean que fue fácil la vida dentro de la balsa. Primero, las carencias. Luego, los conflictos. Por último, la manera de adaptarse de cada uno a la situación en que nos encontrábamos. Y con el agregado de la intervención de los dioses adversos, felices de dividirnos, porque es sabido aquello de “divide y reinarás”.
Falta de agua. Si algo tiene de contradictorio el océano, es que es de agua, y no se puede beber.
La comida y la cuestión de la supervivencia: había que pescar, y enseñar a pescar. Cazar, y enseñar a cazar. Todo enseñanza y aprendizaje constantes. Esto nos gustaba y nos sigue gustando .Aún cuando sea difícil hacerlo sin las herramientas.
Nunca entendimos por qué los dioses ,desde un avión que aparecía de pronto a veces, y planificadamente otras,(dicen que ese avión es inevitable),nos arroja un paquete con víveres.
Nosotros, eso sí, debemos rendir cuenta de la cantidad de personas que somos, de las bajas, d e las altas. Toda la contabilidad. Muy serio mundo de números que avisa que, aún en una balsa inmersa en un océano profundo y ancho, somos necesarios y contabilizables. Esto nos distrae de nuestro objetivo.
Sin embargo, de todas maneras nos sabemos y sentimos importantes, por el hecho de ser un conjunto de corazones y mentes marchando hacia la utopía.

LA BALSA ANTE LA ISLA DE LAS SIRENAS
Sirenas embrujando con su canto. Hermoso canto de sirenas engañosas. Fue cuando creímos en su canto, que nos internamos en la isla y esperamos…¿Qué fue lo que esperábamos? No importa ya, sigamos navegando.

EL VUELO RASANTE DE LAS GAVIOTAS
Qué dulce emoción la de contemplar las gaviotas revoloteando sobre la balsa. Anuncian tierra firme. Y más de una vez bajamos :
Con el arte descubrimos los más bellos y emocionantes paisajes
Instantes inolvidables aquellos en que pisamos una isla tropical y nos olvidamos de los acartonamientos
Visitas y viajes cortos, convivencias en espacios abiertos: nada más recordable que esos hermosos instantes compartidos.

Remansos que nos permitieron retomar con fuerza el viaje interminable, la historia sin fin hacia la utopía. Y hasta nos pareció alcanzarla.

ACERCA DE LOS QUE ESTABAN, LLEGARON, QUEDARON, SE INCORPORARON A LA BALSA…
Los que partimos en la balsa no somos los mismos que hoy naufragamos. Hubo quienes llegaron a su propia meta. Hubo quienes cumplieron su destino. Estuvieron aquellos que renunciaron a la lucha y también los que se incorporaron en algún momento del trayecto.
Pero a decir verdad, nadie que haya pasado por esta balsa es el que era antes de subirse. Decir que somos los mismos, es negar que hemos crecido, madurado, aprendido.

EVALUACIÓN DEL CAMINO RECORRIDO
No hay autopistas ni tren bala en el océano. Y la balsa es un medio de transporte tan rudimentario…
El largo camino recorrido tuvo curvas, contra curvas , espirales, regresos a puntos visitados, avances, retrocesos.
Y hasta alguna vez nos animamos a volar con ella, le pusimos alas. Desde abajo nos miraban raro, especie de nave de los locos.


LAS COMUNICACIONES CON EL EXTERIOR, DESDE LA BALSA.
Si fueron difíciles las comunicaciones internas, cuanto más difíciles serían las comunicaciones con el exterior. Pero nos dimos cuenta de que no éramos la única balsa flotando en el océano. Y tendimos redes. Nadamos a encontrarnos con los otros.
Mucho más difíciles fueron las comunicaciones con el continente. Navegábamos por zona de islas. Desde el continente solían enviarnos emisarios…pero el emisario volvía luego perderse en la distancia y no volvíamos a saber de él. Papeles dentro de botellas arrojadas al mar .Algunas todavía andan flotando en medio del océano.

MANCHAS DE PETRÓLEO
Por este cálido mar en que navegamos, no hay pingüinos empetrolados , y menos manchas
d e petróleo. Y sin embargo, nosotros divisamos una mancha de petróleo y quedamos empapados. Es que hay muchas cosas que no se ven ,pero que están y nos afectan. Contaminantes. Contaminantes del cuerpo y aún más, contaminantes del alma. Más de una vez nos dijeron que la mancha no era un asunto nuestro, pero nosotros también nos empetrolamos porque sentimos que sí era nuestro compromiso. Del petróleo suele no hablarse. Pero lo que no se dice se convierte en a-dicción. Por eso no lo callamos. Sabemos que el petróleo no se ve, pero está y contamina…nuestra vida, la de nuestras familias y a nuestros jóvenes.

S.O.S. AL CONTINENTE: POLIZONES A BORDO.
Embarcados clandestinamente. De repente, aquel que parecía un visitante fortuito, se quedó. Y viaja en la balsa con nosotros. Es que más allá de ser una balsa navegando entre un mar de gente, somos una comunidad. Lo que para nosotros se vuelve viaje arduo, rutinario, lento, atrae a otros. Así fue que el polizón entró en nuestra tripulación y se quedó. Primero fue recibido como visitante, pero el visitante encontró un lugar, comida y afecto. Y se siente cómodo entre nosotros.

DE CUANDO LOS PERIÓDICOS DEL CONTINENTE SE ENTERARON DE LA EXISTENCIA DE LA BALSA

¡Extra,extra! Ataque pirata a institución al borde del naufragio.

Premio para alumnos destacados, en circunstancias especiales…

Tripulantes de la balsa en el continente, sentados en las bancas de la casa de gobierno.

La balsa pide ser terminada. Servicio social a su comunidad.

ATAQUE DE RISA ENTRE LA TRIPULACIÓN

Reírse con los otros .Gran terapia. Y si hablamos de reírnos, alguien trae a colación: ¿te acordás de cuando fulano…?¿y se acuerdan cuando pasó esto, y esto? Recuerdos compartidos.



SALUD Y ENFERMEDAD, LA PESTE DENTRO DE LA BALSA.

De repente ,licencias. Gente que se queda en alguna isla o regresa al continente, según la gravedad de la peste que lo aqueja. Enfermedades psicosomáticas. Es que no es fácil vivir en la balsa, con todas las cosas que pasan dentro y alrededor de ella. Sentimientos de aislamiento, de frustración, de desaliento, de desprotección. No es fácil hablar aquí de autorrealización. La realización personal se torna resiliencia.


TORMENTAS, LLOVIZNAS, FRÍO

No nieva en el océano. Pero puede haber días muy fríos y mojados. Hay gente que critica que en la balsa ciertos días el trabajo no se haga normalmente .Pero no es fácil seguir con frío y mojados, con la rutina diaria. Entonces, hay gente que baja de la balsa y se refugia entre el follaje de una isla. Hay otra que llega al continente .Todos somos concientes del retroceso, pero evitamos bajas en la tripulación.

SEGUIMOS SIENDO NÓMADES.

La gente que desde la balsa debe volver al continente, lo hace sobre un palo que encuentra flotando al comienzo .Hay gente (otra gente ) que lo espera en el continente .Es una digna y sacrificada manera de llegar e irse. Está el que logra munirse de un botecito, y más aún de una lanchita con motor. Pero suele no ser bien visto por algunos tripulantes de la balsa. Es que en un bote o una lancha no cabemos todos.

ATAQUE DEL BARCO PIRATA

Nada más indefenso que una balsa sin paredes ante el ataque de un barco pirata. Nada más inseguro que una balsa en un océano viajando cargada de gente. Nada más triste que un conjunto de sueños truncados de tripulantes atacados por un barco pirata. Qué tenemos para que nos roben, más que los sueños. Ante un ataque externo, somos más que nunca, tripulantes de esta, nuestra balsa.

ORACIÓN FINAL A LOS DIOSES

No tenemos ofrendas para los dioses.
Sólo nos miramos, en esta isla en la que nos encontramos observándonos unos a otros, desconcertados, los náufragos.
Estamos viendo qué se puede hacer. Sabemos que somos muchos ,que hay muchos adolescentes náufragos (shhh, ellos no lo saben, creen que sólo nos estamos tomando un descanso ). Los mayores ocultamos el desasosiego y con la vista en el arco iris, les señalamos una meta. Les hablamos del tipo de dioses dictatoriales que no queremos , de los derechos que tenemos y debemos exigir, de la democracia. Del valor de la patria y la libertad. Del estudio y el esfuerzo. Pero sabemos que somos náufragos enviando señales de humo desde una isla perdida en medio del océano. Y que el viaje lo debemos proseguir. En este naufragio buscamos el diálogo, el consenso, creemos que los conflictos que tuvimos deben subsanados.
La balsa debe ser reconstruída, dicen unos. Ya no queremos una balsa, dicen otros. No cabemos y es incómoda.




¿UTOPÍA?

Reflexionamos acerca de la utopía.
Cerramos los ojos y soñamos con una escuela amplia, con el equipamiento necesario, lugar para las artes, para el deporte, para los libros, para las ciencias. Con el personal necesario para contener casi mil alumnos en riesgo social, gabinete psicopedagógico incluído.
Una profesora nos vuelve a la realidad diciendo:
--Eso no es una utopía, es lo que por derecho debemos tener, un lugar digno y con el personal necesario.
Triste realidad .Porque para nosotros, sigue siendo una utopía.
Un lugar adonde los adolescentes encuentren un refugio necesario para sus sueños, y avisoren un futuro mejor. Donde todos podamos enseñar y aprender. Y donde se lo pueda hacer con dignidad.