8/11/11

El maestro Eduardo Galeano


Todos participaron.
Los jurados éramos tres. El maestro Oscar, puños raídos, sueldo de fakir, más una alumna, representante de los autores, y yo.
En la ceremonia de premiación se prohibió la entrada de los padres y demás adultos. Los jurados dimos lectura al acta, que destacaba los méritos de cada uno de los trabajos. El concurso fue ganado por todos, y para cada premiado hubo una ovación, una lluvia de serpentinas y una medallita donada por el joyero del barrio.
Después, el maestro Oscar me dijo:
nos sentimos tan unidos, que me dan ganas de dejarlos a todos repetidores.
Y una de las alumnas, que había venido a la capital desde un pueblo perdido en el campo, se quedó charlando conmigo. Me dijo que ella, antes, no hablaba ni una palabra, y riendo me explicó que el problema era que ahora no se podía callar. Y me dijo que quería al maestro, lo quería muuuucho, porque él le había enseñado a perder el miedo de equivocarse.
Bocas del Tiempo
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Oy dicen que con el buen tiempo y con la primabera en los jardines ay muchicimos flores y tambien hayi nacen los gusanitos y hacen sus capullos y como en tres dias nacen de Nuevo pero nacen como mariposas y buelan muy alto y regresan mucho tiempo en sus lugares y muy felises de viaje Canada y despues regresar en mexico los jardines hayen muchas casas en donde estan las mariposas en todas lugares los ñiños les gustan jugar con ellas. **Wendi Maribel Uitzil Ronol, 11 años

17/7/11

EL FINAL




LA MÁQUINA DEL TIEMPO


El profesor Jones había trabajado en la teoría del tiempo a lo largo de muchos años.
-Y he encontrado la ecuación clave –dijo un buen día a su hija-. El tiempo es un campo. La máquina que he fabricado puede manipular, e incluso invertir, dicho campo.
Apretando un botón mientras hablaba, dijo:
-Esto hará retroceder el tiempo el retroceder hará esto –dijo, hablamos mientras botón un apretando.
-Campo dicho, invertir incluso e, manipular puede fabricado he que máquina la. Campo un es tiempo el. –Hija su a día buen un dijo-. Clave ecuación la encontrado he y.
Años muchos de largo lo a tiempo del teoría la en trabajado había Jones profesor el.

Final el

16/7/11

American Way of Life

Lo que siempre he soñado es
esa casa con buzón adorable y adoquín en el porche,
el periódico en el patio, junto al golden labrador;
niños impecables con juguetes de Fisher Price,
y un comedor de ébano con lámparas que combinen;
también una mujer hacendosa, cuya virtud máxima
sea, además de exuberantes dotes culinarias,
despertarme en la mañana con el más dulce de los besos,
todos y cada uno de los días de mi vida.

podría cambiar, a lo mucho:

la casa entera por un apartamento goteroso (cubil),
el periódico y el patio, por montañas de libros,
pósteres de Walter Benjamin y fotogramas de palomas;
el golden labrador por un gato obeso,
los niños impecables por greñudos, insolentes,
y la mujer virtuosa por una artista itinerante,
que ame el jazz y el mate, o las películas de Jean Luc Godard,
y que no cocine un carajo, pues así habrá pizza todas las noches.

el beso por el resto
de todas las mañanas de mi vida

eso sí,
me parece irrenunciable.

27/3/11

Jorge Drexler



¡que viva la ciencia, que viva la poesía!¡qué viva siento mi lengua cuando tu lengua está sobre la lengua mía! el agua está en el barro, el barro en el ladrillo, el ladrillo está en la pared y en la pared tu fotografía / es cierto que no hay arte sin emoción, y que no hay precisión sin artesanía / como tampoco hay guitarras sin tecnología / tecnología del nylon para las primas tecnología del metal para el clavijero / la prensa, la gubia y el barniz : las herramientas del carpintero

el cantautor y su computadora, el pastor y su afeitadora, el despertador que ya está anunciando la aurora / y en el telescopio se demora la última estrella /
la máquina la hace el hombre?..y es lo que el hombre hace con ella

el arado, la rueda, el molino / la mesa en que apoyo el vaso de vino / las curvas de la motaña rusa / la semicorchea y hasta la semifusa / el té, los odenadores y los espejos / los lentes para ver de cerca y de lejos / la cucha del perro, la mantequilla / la yerba, el mate y la bombilla

estás conmigo / estamos cantando a la sombra de nuestra parra / una canción que dice que uno sólo conserva lo que no amarra / y sin tenerte,
te tengo a vos y tengo a mi guitarra

hay tantas cosas / yo sólo preciso dos:
mi guitarra y vos / mi guitarra y vos

hay cines / hay trenes / hay cacerolas / hay fórmulas hasta para describir la espiral de una caracola / hay más: hay créditos / tráfico / cláusulas / salas vip / hay cápsulas hipnóticas y tomografías computarizadas / hay condiciones para la constitución de una sociedad limitada / hay biberones y hay obúses / hay tabúes / hay besos / hay hambre y hay sobrepeso / hay curas de sueño y tisanas/ hay drogas de diseño y perros adictos a las drogas en las aduanas/




haymanoscapacesdefabricarherramientasconlasquesehacenmáquinasparahacerordenadore­squeasuvezdiseñanmáquinasquehacenherramientasparaquelasuselamano

hay escritas infinitas palabras :

zen gol bang rap Dios fin

hay tantas cosas / yo sólo preciso dos:
mi guitarra y vos / mi guitarra y vos




Música

14/10/10

Rossi, Dora Beatriz



Hay palabras
Hay palabras que duermen en la calle
o abrazan los árboles cuando llega el frío,
que caminan en la cartera de una mujer enamorada
o se esconden debajo de la cama,
cuando un niño te pregunta por qué hay guerra.
Hay palabras pequeñas y grandes, cortas y largas,
anchas y angostas, bajas y altas, rubias y morenas,
fieles e infieles, dóciles y rebeldes.
Hay palabras...
Hay palabras que aparecen de repente,
y te sorprenden con sus manos cálidas
y un abrazo apretado y melancólico
que te hacen olvidar alguna pena.
Hay palabras ásperas y suaves, claras y confusas,
parejas y desparejas, trabajadoras y ociosas,
sedientas de un acento,
que las vuelva más fuertes y atrevidas
para alejar de ellas la timidez que
enredan sus cabellos diariamente.
Hay palabras que se leen al derecho y al revés,
fáciles y difíciles, conocidas y desconocidas,
quietas e inquietas.
Hay palabras...
Hay palabras que se suben a la mesa
y le alcanzan un plato de comida al que no tiene,
y otras, hacen volar una sonrisa
por los aires sin rumbo,
para entregarnos cada mañana otra palabra diminuta
que solemos guardar en algún bolsillo.
Por si acaso, no la pronuncio,
temerosa de tocarla y que abra sus ojos,
ansiosa de despertarla y que abra sus brazos,
y me alcance para siempre.
Dora Beatriz Rossi. 2003
La Pampa en palabras
Ministerio de Cultura y Educación. El Diario

27/8/10

Roberto Fontanarrosa

LAS VERDADERAS INTENCIONES DE LOS CUISES
.
"Mi investigación se origina, años atrás, un día viajando en auto hacia Mar del Plata, en compañía de mi familia. Recuerdo que, de pronto, un animalejo grisáceo cruzó irresponsablemente frente a nuestro coche y debí hacer una brusca maniobra para no atropellarlo. Ahora reflexiono y sé que mi actitud fue por demás arriesgada, ya que en ese momento marchábamos a unos 100 kilómetros por hora, pero quedé muy sensibilizado con los accidentes viales desde aquel día en que, con mi viejo Ford, aplasté una pelota de goma marca Pulpo. Desde tan desdichado acontecimiento abandoné por completo la práctica del fútbol, deporte que me apasionaba y que bien hubiese podido constituirse en mi medio de vida. El macabro suceso con la Pulpo me impresionó de tal forma que opté por encaminar mi vida hacia la investigación etológica. ¡Y aún no me explico cómo tuve entereza para seguir conduciendo automóviles luego de aquello! Por lo tanto, no me arrepiento de haber salvado la vida del pequeño cuis esa tarde cuando se me cruzó en la ruta, aun a costa de que en el vuelco que originó mi maniobra perdieran la vida mi suegra y una tía mía de avanzada edad. La pregunta que comenzó a desvelarme desde aquel momento era: ¿Por qué el cuis arriesga su vida cruzando un camino muy transitado cuando al otro lado de éste no ha de encontrar nada muy diferente a lo que acaba de dejar? Simplificando, podemos decir: a un costado de la ruta el cuis tiene medio globo terráqueo donde nacer, alimentarse, procrear y terminar sus días. No obstante eso, el pequeño conejo de Indias decide atravesar la superficie vial aun a riesgo de su propia vida para investigar los predios del otro lado del camino. No se trata de elefantes o de animales necesitados de espacio y que consuman alimentos en cantidad. Está comprobado que hay cuises que subsisten en la mezquindad de pequeñas jaulas y se alimentan con minucias. Son pequeños organismos que deberían conformarse con los ya de por sí amplios campos en que la naturaleza los ha ubicado. Pero no es así. Ustedes los habrán visto, expectantes y nerviosos, arracimados en los costados de la ruta, espiando entre los pajonales de las cunetas, prontos a lanzarse sobre el pavimento procurando alcanzar el otro flanco en una suerte de ruleta rusa a todas luces inexplicable. No son muchos los animales que reniegan tan abiertamente del lugar que les ha conferido una equilibrada distribución natural.¿Es acaso una falta de inteligencia lo que los lleva a eso? Permítaseme dudar de tal aseveración. Cualquiera sabe que el cuis es el animal preferido para la investigación científica y conozco mil casos en que estas pequeñas criaturas han colaborado eficazmente a descubrimientos importantísimos para la humanidad. No puede hablarse entonces de ignorancia en especímenes tan relacionados con el estudio. Mi primera inquietud se volcó hacia una temática muy zarandeada en los estudios etológicos: el caso de especies que se suicidan. Las ballenas árticas, por ejemplo. O los leminges nórdicos. Y allí fue donde me detuve: en los leminges, ya que se trata de una especie de gran similitud con nuestro cuis nacional. Tanta, que si un cuis desea integrarse a la colonia leminge no debe ni siquiera rendir equivalencias. Es sabido que todos los años, en una fecha que media entre enero y noviembre, los leminges se reúnen en un número cercano a los 70.000 y comienzan una loca carrera por los bosques hasta alcanzar las alturas de los fiordos noruegos, desde donde se arrojan a las heladas aguas del Ártico. Esto se atribuyó, en principio, a una tendencia suicida colectiva, quizás emparentada con una depuración natural.Sin embargo, en el año 68, en las costas soviéticas que se hallan frente a los fiordos habitualmente empleados por estos desdichados animalillos para lanzarse en su zambullida final, se detectó la presencia de un leminge, en apariencia sobreviviente del holocausto.
El leminge daba muestras de gran excitación y hasta podía interpretarse que estaba contento. Se dedujo que tal vez festejaba el haber salvado la vida, pero el profesor Tapio Lappeenranta de la Universidad de Estudios Naturales de Jyväskyla (Finlandia) llegó a una conclusión más afortunada: dicho leminge celebraba el hecho de ser el ganador de una competencia. O sea, el tropel de leminges que año a año se abalanza como catarata incontenible por los bosques y campiñas noruegas no lo hace con una intención suicida, sino con un sano espíritu competitivo en una justa de cross-country, que incluye el cruce a nado hasta la Rusia Comunista.
El importantísimo descubrimiento mereció muy poco centimetraje en los diarios, pues se produjo el 14 de mayo de 1968, día en que, como todos sabemos, el hombre posó por vez primera sus pies en la luna. Por lo tanto, la tendencia autodestructiva de los cuises es algo que aún está por verse. En el Centro de Ayuda al Suicida, por ejemplo, durante los largos 20 años de su funcionamiento, no se halla registrado ni un solo caso de llamados de cuises en trance de quitarse la vida. Hay asentados tres de loros, en cambio, uno de los cuales pudo ser disuadido a último momento de ingerir dos píldoras de un activo raticida. Todo esto me conduce a pensar que los motivos que llevan a los cuises a cruzar sobre el ardiente macadam son muy otros. ¿Simple curiosidad, tal vez? Es posible, el cuis es un animal inquieto, ansioso de acumular conocimientos. Pero, a mi juicio, el impulso principal radica en las ambiciones imperiales del animalejo en cuestión.
El deseo, natural al fin, de conquistar nuevas tierras, de anexar territorios. La ambición de escalar a niveles de mayor grandeza. De lograr, en el terreno militar, lo que ya tienen en el rubro científico. No nos extrañemos si, el día de mañana, la figura del cuis campea en las banderas de guerra, en los estandartes o en los escudos heráldicos. Tal vez el humilde roedor de nuestros campos esté llamado a reemplazar con su efigie a la vulgar águila o al mismo león, bestias de dudosa prosapia.¡Quién sabe si no llegará el día en que, así como ahora mencionamos al "Oso Ruso" o al "León Inglés", seamos conocidos, por el orbe todo, como "El Cuis Americano"!
FONTANARROSA











31/5/10

William Ernest Henley

Poema que aparece en la película Invictus.Se dice que fueron los "versos de cabecera" de Nelson Mandela cuando estuvo en prisión:

Out of the night that covers me,
Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be,
For my unconquerable soul.
In the fell clutch of circumstance,
I have winced but not cried aloud.
Under the bludgeonings of chance,
My head is bloodied but unbowed.
Beyond this place of wrath and tears,
Looms but the horror of the shade.
And yet the menace of the years,
Finds, and shall find me, unafraid
It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate,
I am the captain of my soul.

--------
Desde la noche que sobre mí se cierne,
negra como su insondable abismo,
agradezco a los dioses, si existen,
por mi alma invicta.
Caído en las garras de la circunstancia,
nadie me vio llorar ni pestañear.
Bajo los golpes del destino,
mi cabeza ensangrentada sigue erguida.
Más allá de este lugar de lágrimas e ira
yacen los horrores de la sombra,
pero la amenaza de los años,
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargada de castigo la sentencia.
Soy el amo de mi destino;
soy el capitán de mi alma.

14/5/10

Gabino Palomares



 LA MALDICIÓN DE MALINCHE

Malinche fue la hija de un cacique mexicano entregada a Cortés como esclava. Ella hablaba la lengua nahuatl, de los aztecas, y la maya. Entre los españoles había un sacerdote que había vivido algunos años con un pueblo de lengua maya. Malinche traducía de la lengua azteca a la maya y luego el sacerdote traducía del maya al español. la colaboración de Malinche con los conquistadores de su pueblo dio lugar a una leyenda conocida como La maldición de Malinche, popularizada en una canción mexicana actual que dice:



Del mar los vieron llegar
mis hermanos emplumados
eran los hombres barbados
de la profecía esperada.

Se oyó la voz del monarca
de que el Dios había llegado
y les abrimos la puerta
por temor a lo ignorado.

Iban montados en bestias
como demonios del mal
iban con fuego en las manos
y cubiertos de metal.

Sólo el valor de unos cuántos
les opuso resistencia
y al mirar correr la sangre
se llenaron de vergüenza.

Porque los dioses ni comen,
ni gozan con lo robado
y cuando nos dimos cuenta
ya todo estaba acabado.

En ese error entregamos
la grandeza del pasado
y en ese error nos quedamos
trescientos años esclavos.

Se nos quedó el maleficio
de brindar al extranjero
nuestra fe, nuestra cultura
nuestro pan, nuestro dinero.

Y les seguimos cambiando
oro por cuentas de vidrio
y damos nuestra riqueza
por sus espejos con brillo.

Hoy en pleno siglo XX
nos siguen llegando rubios
y les abrimos la casa
y los llamamos amigos.

Pero si llega cansado
un indio de andar la sierra
lo humillamos y lo vemos
como extraño por su tierra.

Tú, hipócrita que te muestras
humilde ante el extranjero
pero te vuelves soberbio
con tus hermanos del pueblo.

¡Oh, Maldición de Malinche!
¡Enfermedad del presente!
¿Cuándo dejarás mi tierra?
¿Cuándo harás libre a mi gente?

Gabino Palomares

11/5/10

Hamlet Lima Quintana



Gente

Hay gente que con sólo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales,
que con sólo sonreír entre los ojos
nos invita a viajar por otras zonas,
nos hace recorrer toda la magia.
Hay gente que con sólo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas,
que con solo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entre casa.
Hay gente que con sólo abrir la boca
llega a todos los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar al vino en las tinajas
y se queda después, como si nada.
Y uno se va de novio con la vida
desterrando una muerte solitaria,
pues sabe que a la vuelta de la esquina
hay gente que es así, tan necesaria.